Los derechos de la naturaleza se reconocen en la legislación de una lista cada vez mayor de países, este revolucionario concepto legal y cultural se ha extendido por todo el mundo. El reloj está corriendo. Estamos al borde de la sexta extinción masiva en la historia de la Tierra. Si el reconocimiento de los derechos de la naturaleza puede contribuir a prevenir una calamidad tan oscura y distópica, entonces debemos perseguirlo con toda la energía que podamos reunir.
Las páginas que siguen se proponen como parte de esas búsquedas dentro del diálogo de saberes y del hacer propio de quienes hemos venido apoyando las luchas de los hombres y mujeres campesinos, indígenas, afrocolombianos, y pobladores urbanos del país, en torno a sus resistencias territoriales, y a sus búsquedas de verdad, justicia y reparación, y de cambio del modelo de desarrollo dominante.