COP16: los ojos de la sociedad civil ya miran hacia Roma

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Aunque hubo logros en la COP16, la suspensión antes de debatir sobre financiamiento, el tema más taquillero en la Conferencia, dejó un sabor agridulce entre organizaciones sociales y personas expertas. Las conversaciones se reactivarán en febrero de 2025, en Roma, ¿seguirán marcadas por el lobby farmacéutico y agroalimentario?

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La Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés) pasó de ser una conversación encerrada entre los círculos de organizaciones conservacionistas, academia y gobiernos, a ser un gran evento en el que se contabilizaron cerca de 900.000 visitas de personas de todas partes del mundo, que llegaron hasta Cali, Colombia. 

Entre los logros que dejó la negociación están la creación de un órgano subsidiario que permitirá mayor participación de los pueblos indígenas y comunidades locales en el marco del Convenio de la Diversidad Biológica, y que se suma a los dos que ya existían: el de asesoramiento científico y el de implementación.

Este nuevo órgano, que hizo parte de las negociaciones sobre el artículo 8(j), también logró la aprobación de un plan de trabajo y un reconocimiento para las comunidades de ascendencia africana como protectoras de la biodiversidad en el mundo. 

“¡Lo logramos! Gracias al liderazgo de Brasil y Colombia logramos que el mundo reconozca las acciones y contribuciones de los afrodescendientes en el marco del Convenio de Diversidad”, manifestó la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez.

La COP16 también alcanzó a cerrar un acuerdo en el que creó el Fondo de Cali para la Información de Secuencias Digitales (DSI) sobre recursos genéticos, que servirá para distribuir equitativamente los beneficios que genera el uso de estos recursos, como pueden ser la fabricación de productos farmacéuticos o alimenticios, entre otros. 

El Fondo de Cali será financiado mediante contribuciones de empresas de siete sectores económicos (farmacéuticas, nutracéuticos, cosméticos, animal and plant breeding, biotecnología, laboratorios asociados con secuenciación genética y servicios de información científicos y técnicos incluida IA), que se benefician directa o indirectamente de los recursos genéticos

Sin embargo, el lunar de este logro está en que la estructura del Fondo se basa en la participación voluntaria sin ninguna obligación vinculante para redistribuir las ganancias. Esto supone un gran reto para lograr mecanismos que ayuden a promover la voluntad de estas empresas para aportar recursos. 

Y finalmente, la COP también consolidó un acuerdo en el que se prioriza la financiación directa para las comunidades, lo cual permite que no siempre se dependa de los filtros estatales. Sobre esto, Emilio Spataro, asociado en Diplomacia para la Biodiversidad del Grupo de Financiamiento Climático de América Latina y el Caribe, dijo: 

"Gracias al compromiso del país anfitrión y la fuerza de líderes territoriales y sociedad civil, 'la COP de la gente' logró priorizar el financiamiento para la gente. El acceso directo al financiamiento para Pueblos Indígenas, Afrodescendendientes, comunidades locales, mujeres y jóvenes es sin dudas uno de los más valiosos resultados entre los textos finales que nos deja este CBD. Fundamental para que el dinero fluya rápido, con trazabilidad y transparencia a los territorios donde estos sectores sociales están defendiendo la biodiversidad y, a la vez, sufriendo la destrucción en primera línea”. 

Durante la COP16 también se esperaba que los países presentaran sus Estrategias, Planes o Programas Nacionales para la Conservación y la Utilización Sostenible de la Biodiversidad o NBSAP, por sus siglas en inglés. Al finalizar, la CBD informó que, de los 196 países, 44 presentaron esos planes

“No todo acaba acá. Presentarla y actualizarla es todo un hito pero esto no puede ser un simple documento de conservación, sino que tiene que tener dientes y llevarse a la práctica. Esperemos que el salto de calidad que hagan los países es que vaya a acompañada de un plan financiero y un marco de seguimiento que se inspire en el global pero que lo lleve al contexto nacional”, dijo Ana Di Pangracio, directora del área de Biodiversidad de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, de Argentina.

En el caso de Colombia, su NBSAP fue presentada el primer día de la COP y se destaca porque incorpora un complejo ecosistema de mecanismos de financiamiento en el que resalta una novedosa apuesta por integrar fondos comunitarios para proteger la biodiversidad. 

Lo que quedó pendiente

Desde el inicio de la COP16 había un tema que copaba las miradas de la mayoría de países, observadores y periodistas: la financiación. Y aunque se lograron algunos avances, este tema quedó pendiente, porque la Conferencia fue suspendida a las 8 de la mañana del sábado 2 de noviembre por falta de quórum, sin que se pudiera abordar en plenaria. 

Por esa razón, a finales de noviembre de 2024, la presidencia de la COP informó que estas conversaciones se reanudarán en febrero de 2025, en Roma. Allí se espera hablar de varios temas, entre los que están: 

Movilización de recursos financieros para la biodiversidad, con el propósito de establecer una ruta para movilizar 200.000 millones de dólares anuales para 2030 provenientes de todas las fuentes y reducir incentivos perjudiciales en al menos 500.000 millones anuales para 2030.

También se hablará del marco de monitoreo que tendrá que acordar herramientas para medir avances en los 23 objetivos del Marco Global de Biodiversidad. Y también se discutirá sobre el mecanismo financiero, para alentar nuevas contribuciones al Fondo Marco Global de Biodiversidad.

Lo que evidencia esta priorización de agenda, y desde luego también lo que se vio en las dos semanas de negociaciones en Cali, es que no lograron consolidarse dos grandes propuestas que puso sobre la mesa la presidencia de la COP. La primera, en que contó con el apoyo de Sudáfrica, tenía que ver con la apertura y puesta en marcha de un nuevo fondo que fuera específico para financiar acciones para la biodiversidad. Esta proposición, sin embargo, se enfrentó con la férrea oposición de los países desarrollados y el bloque de la Unión Europea, quienes argumentaron que no era positivo fragmentar los fondos y por eso era mejor continuar con el protagonismo del Global Environmental Facility (GEF), que reúne fondos para las convenciones de cambio climático, desertificación y biodiversidad. 

La segunda tuvo que ver con la posibilidad de implementar planes de canje de deuda por naturaleza, una propuesta que gusta mucho al gobierno de Colombia, pero que no tuvo mucho espacio en las discusiones sobre movilización de recursos ya que los países desarrollados se oponen a este tipo de medidas ya que limitan la dependencia económica de los países del Sur global. 

Combustibles fósiles y agroindustria: una conversación marcada por el lobby

Las lógicas de lobby que empresas e industrias ejercen en estas conferencias no es del todo fácil de evidenciar. Sus formas de operar se basan en proponer charlas, foros y conferencias en los pabellones de países o de grandes ONG internacionales, o directamente en la presencia en la zona verde, donde promueven deliberadamente sus negocios y sus miradas. 

“En la zona verde identificamos tres stands de empresas de proyectos REDD+, que en teoría no tienen nada que ver con la discusión de biodiversidad, pero que hacen lavado que habla sobre la conservación. Entonces es algo que uno casi ni ve, pero están haciendo presencia; entran a los eventos, se infiltran o esperan a la gente afuera para entregarles su propaganda”, contó Linda González, coordinadora del Área de Selvas y Biodiversidad de Censat - Agua Viva. 

Según ella, además, este tipo de prácticas se viene intensificando en las Conferencias de las partes de la CBD desde la pasada COP15, de Montreal, en donde tenían serios intereses en incidir en lo que finalmente se decidió frente al Marco Global de Biodiversidad. 

Estas acciones de lobby no sólo impactaron en la decisión de que los aportes al Fondo de Cali fueran voluntarias, sino que también tuvieron consecuencias en las menciones que se hicieron en el texto mismo de la decisión. 

“En general, lo que vimos en toda la conferencia, en casi todas las salas, es que la presión de las corporaciones es muy fuerte. Entonces también en el tema de los combustibles fósiles había esta presión, que se sumó a la de los países que dependen de estos combustibles, hicieron que saliera del texto, igual que pasó con la mención a que se debía limitar al calentamiento global a solo 1.5 grados”, señaló Nele Marien, coordinadora internacional del programa de bosques y biodiversidad de la organización Amigos de la Tierra Internacional. 

La organización que representa Marien publicó en 2022 el informe La naturaleza de los negocios, en el que hace una interesante radiografía de la cooptación corporativa de la CBD. 

En este informe identifican prácticas de cabildeo como el contacto con partes y a nivel individual, las puertas giratorias, la financiación a actividades de la ONU y la conformación de las delegaciones nacionales, entre otras. Allí también presentan el siguiente mapa de actores empresariales activos en la COP15 de Montreal: 

La naturaleza de los negocios

Imagen tomada del informe La naturaleza de los negocios, pag 13. 

Pero otro de los impactos de ese cabildeo fue el poco desarrollo que se logró en la COP16 de avanzar en la Meta 18, que se enfoca en reducir los incentivos perjudiciales para la biodiversidad. 

“Esa discusión no se dio a profundidad. Hay demasiados intereses en juego y en América Latina hay una gran injerencia de intereses particulares en las políticas agrarias”, señaló Gloria Erazo, asesora en temas de biodiversidad de la Asociación Ambiente y Sociedad. “Para el caso de Colombia, por ejemplo, en la COP se lanzó la política nacional de agroecología y la noticia este año fue que no tenía financiamiento. Yo espero que para el otro año se diga que se van a destinar recursos de esos subsidios a lo que ordena la meta, que es crear incentivos a las actividades amables con la naturales, que la agroecología es una de ellas”, agregó. 

Para ella, además, este tema debería ser clave en las conversaciones que se van a desarrollar en Roma, en febrero de 2025. Pero, al menos hasta ahora, no está presente en la agenda mencionada por la presidencia de de la COP16.