Para la humanidad el año 2020 representa un hito histórico de bifurcación de caminos por seguir, debido a que la pandemia del Covid-19 llevó a todos los países del mundo a hacer una pausa forzosa en sus planes de desarrollo y vida cotidiana y a confrontar las crisis sociales, ambientales, climáticas y de salud pública, que se suman a la amplia crisis civilizatoria del siglo XXI. Por lo tanto, este momento de la historia obligó a las sociedades a revisar y decidir los caminos a transitar en la era post-pandemia: si aplicar más de lo mismo —que ha mostrado ser ineficaz para detener la destrucción ambiental, las problemáticas sociales y la crisis climática— o implementar nuevos modelos que aborden las raíces de los problemas socioambientales.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluyen un conjunto de prioridades acordadas globalmente y de importancia vital para todos los países, que incluyen el desarrollo de infraestructuras de calidad, sostenibles, accesibles, asequibles y resilientes. Se estima que la necesidad de financiación en infraestructura gira en torno a los 90 billones de USD hasta el año 2030, lo que implica un déficit anual de financiación de hasta 1.5 billones de USD en los países en desarrollo. Para hacer frente a este déficit, los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) han propuesto priorizar y aprovechar al máximo la financiación privada, mientras que los países miembros del G20 están desarrollando una hoja de ruta para convertir la infraestructura en una clase específica de activos, con miras a que estandarizar la inversión en infraestructura y atraer a inversores institucionales.
La Fundación Heinrich Böll, Oficina Bogotá–Colombia, junto con varias organizaciones, tiene el gusto de presentar el libro La emergencia sanitaria COVID-19 a la luz de la emergencia climática. Retos y oportunidades, cuarta obra colectiva sobre la temática del cambio climático, políticas energéticas y derechos humanos, la cual da continuidad a las anteriores publicaciones denominadas Cambio climático, energía y derechos humanos: Desafíos y perspectivas, Energía, cambio climático y desarrollo sostenible: Impacto sobre los derechos humanos, y Crisis climática, transición energética y derechos humanos, presentadas en 2017, 2018 y 2020, respectivamente.
Tenemos el gusto de presentar el informe “Cambio climático y los derechos de mujeres, pueblos indígenas y comunidades rurales en las Américas”. Este informe fue elaborado colaborativamente por miembros de las organizaciones Fundación Pachamama, Dejusticia, AIDA, IDL, Fundeps, Engajamundo, Earthrights International, Alianza Hondureña ante el Cambio Climático, FIMA, CELS, DPLF, Conectas, FARN, CEMDA, La Ruta del Clima y CEDAT, y presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el marco de su 173° período de sesiones en septiembre de 2019.
15 organizaciones nacionales y regionales, de más de nueve países de las Américas, comparecieron ante la CIDH para resaltar los impactos que el cambio climático tiene en los derechos humanos, sobre todo para grupos en situación de vulnerabilidad, como los pueblos indígenas, mujeres, niños y comunidades rurales.
El presente Tomo II de esta publicación Crisis Climática, Transición Energética y Derechos Humanos aborda temas centrales sobre la crisis climática y en particular de su vínculo con la protección del medio ambiente y la garantía efectiva de los derechos humanos. Se ofrecen 18 artículos de 24 académicos y expertos que reflexionan, en la Cuarta y Quinta Partes de esta obra colectiva, acerca de la indivisible relación entre el disfrute de un medio ambiente sano y los derechos humanos y la necesidad de una transición energética que permita alcanzar la descarbonización que actúe como palanca para asegurar la supervivencia de la vida en el planeta.
La crisis climática, la transición energética, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible son desafíos centrales de la agenda contemporánea de derechos humanos. En la pluralidad de voces de autores de América Latina y Europa, esta magnífica obra ofrece una valiosa y calificada contribución a la literatura nacional e internacional, señalando la aparición de nuevos paradigmas en un mundo que cambia aceleradamente y en el que los retos globales exigen respuestas globales y una creciente cooperación internacional, inspirada en valores emancipatorios como la dignidad, la igualdad, la libertad y la solidaridad y la justicia, como bases morales de un pacto intergeneracional y, sobre todo, de una esperanza resiliente hacia un mismo destino compartido.
Desde 2016, se vienen debatiendo en Colombia medidas que buscan reducir el consumo de bebidas azucaradas y de comidas con un alto contenido de azúcar, sodio o grasas saturadas (conocidas coloquialmente como comida chatarra). Ese año, el Ministerio de Salud impulsó sin éxito un impuesto para desincentivar el consumo de productos como gaseosas, tes y bebidas de fruta, azucaradas. Uno de los principales opositores de la medida fue el entonces senador y hoy presidente del país Iván Duque. Entre 2017 y 2018, la organización Red PaPaz (Red de padres y madres), con el apoyo de varias organizaciones, entre ellas, el Centro de estudios de derecho, justicia y sociedad (Dejusticia), Educar Consumidores y la FoodFirst Information and Action Network (FIAN) Colombia, impulsó el proyecto de ley 019 de 2017 que buscaba, entre otras medidas, prohibir la venta de estos alimentos en escuelas primarias, regular su publicidad en televisión abierta e indicar con un etiquetado frontal si un producto es alto en grasas, sodio, azúcar o grasas saturadas.
El propósito de esta publicación es aportar elementos teórico-prácticos para el análisis del actual debate sobre la insostenibilidad del modelo de desarrollo económico, social, cultural y ambiental predominante y la necesidad de avanzar más rápidamente en la construcción de una sociedad sostenible, respetuosa con el medio ambiente y comprometida con el bienestar, no solo de las presentes, sino también de las futuras generaciones.
Este concepto se refiere no sólo a las características de los hidrocarburos, sino también a un contexto en el que la explotación de gas, crudo y carbón entraña cada vez mayores riesgos geológicos, ambientales, laborales y sociales; además de una alta accidentalidad comparada con las explotaciones tradicionales.
Este libro es el resultado de los profundos estudios y debates que un grupo de académicos ha venido adelantando con gran rigurosidad. Sus textos y las conclusiones a las que han llegado los autores deben convertirse en referencia obligada para comprender, de una parte la importancia del cambio climático y sus impactos, especialmente para Colombia.