La trampa colonial: ¿por qué la financiación del clima debe abordar urgentemente la crisis de la deuda?

Inundaciones

Este artículo hace parte de la revista Voces Por el Clima No 3


 

En la COP27, líderes mundiales progresistas abogaron por una reforma de la arquitectura financiera internacional, dada su incompatibilidad con las necesidades actuales. En los debates sobre la Nueva Meta Colectiva Cuantificable de Financiamiento Climático (NCQG, por sus siglas en inglés), el Diálogo de Expertos Técnicos 7 —celebrado en septiembre del 2023— destacó la importancia de lo relacionado con la deuda y el alivio de esta, como parte del alcance cualitativo del NCQG. En este sentido, es necesario profundizar en el problema que surge con la deuda en los países del sur global, ya que sin duda se trata de una trampa colonial que empuja a nuestras economías a depender de las actividades extractivas, apoyadas por las élites globales y locales.

Colonización

Escribo desde el territorio que hoy se llama Perú, parte de Abya Yala. Este territorio ha sido el hogar de pueblos que durante siglos mantuvieron una relación armoniosa con la naturaleza, tratando con respeto la tierra, el agua, el aire y el sol. Sin embargo, la colonización rompió esta armonía, provocando la explotación de los recursos naturales, la degradación del medioambiente y la desigualdad. Es importante tener en cuenta que la colonización no terminó con los territorios colonizados convertidos en países independientes. La relación colonial entre el norte global y el sur global persiste en la actualidad, en forma de neocolonialismo; esto afecta el avance de la acción climática, especialmente la financiación climática y la aplicación del artículo 2.1c del Acuerdo de París, que plantea que los flujos financieros sean coherentes con una vía hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y con un desarrollo resiliente al clima.

La colonización marcó un punto de inflexión en las relaciones entre el hombre y la naturaleza. Propagó la creencia de que los humanos eran superiores y estaban separados del mundo natural. Las propias fuentes de vida pasaron a conocerse como “recursos naturales”, enmarcando la naturaleza como servidora de los humanos. Esta mentalidad alimentó el saqueo del oro, el cobre, el petróleo, el gas, entre otros, beneficiando a las élites mientras explotaban a las poblaciones racializadas y destruían los ecosistemas. La modernidad nos alejó aún más de nuestras raíces, perpetuando una desconexión entre los seres humanos y la naturaleza.

El capitalismo y el colonialismo van de la mano. El sistema capitalista persigue un crecimiento económico, sin respetar los límites planetarios. En las últimas décadas, se aplicaron políticas neoliberales para estimular una economía basada en el beneficio en los países del sur global, provocando la explotación de los pueblos y la naturaleza al servicio de las élites. Ahora, es evidente quiénes son los responsables del colapso climático, no solo por las emisiones históricas de GEI, sino por sostener el sistema económico capitalista.

El crecimiento económico en el sur global suele estar ligado a las industrias extractivas. La deuda obliga a estos países a depender de actividades que dificultan una transición justa hacia una economía descarbonizada. Resulta difícil invertir en sistemas de transporte público alimentados por energías renovables, cuando los gobiernos siguen permitiendo la exploración y explotación de combustibles fósiles. La carga de la deuda y sus intereses asociados empujan a menudo a los países a dar prioridad a los beneficios económicos a corto plazo, en lugar de invertir en la transición justa y popular, lo que nos recuerda los ajustes estructurales del pasado, promovidos por instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Escenario de financiamiento de la lucha contra el cambio climático

El financiamiento de la lucha contra el cambio climático desempeña un papel fundamental a la hora de responsabilizar a los países del norte global del cumplimiento de los compromisos financieros adquiridos. Sin embargo, debe hacerlo sin exacerbar las desigualdades, aumentar la carga de la deuda o perpetuar los daños ecológicos. Las conclusiones de la OCDE (2022), segúnlas cuales alrededor del 70 % de la financiación pública para la acción climática en 2020 corresponde a préstamos, hicieron que varias organizaciones de la sociedad civil que abogan por la justicia económica pusieran a la deuda en el centro del debate. En la actualidad, se está debatiendo sobre los aspectos cualitativos del NCQG, y diversos actores y colectivos reclaman la condonación incondicional de la deuda ilegítima del sur global, como un imperativo para la acción climática.

Escapar de la trampa colonial

La deuda sirve de trampa colonial, obligando a los países del sur global a perpetuar las exportaciones de materias primas en divisas (Achampong, 2023), para satisfacer el consumismo y los desequilibrios de poder del norte global. A pesar de que el FMI y el Banco Mundial abogan por las inversiones verdes, siguen apoyando las industrias de combustibles fósiles y las economías extractivas (Recourse et al., 2022). Para combatir el cambio climático, la arquitectura financiera internacional debe priorizar la reducción de la carga de la deuda en los países del sur global y democratizarse.

El financiamiento climático no es solo un concepto abstracto, sino una herramienta crucial para lograr una economía centrada en la vida y no en el lucro. Si abordamos las raíces coloniales y capitalistas de la crisis de la deuda, podemos allanar el camino para tener una transición justa y equitativa hacia una economía centrada en la vida y el cuidado. El aumento del financiamiento público para la acción climática, el financiamiento basado en subvenciones o grants y la resolución de la crisis de la deuda mediante medidas como la anulación incondicional de la deuda son esenciales para la justicia climática.

¡La deuda es con los pueblos y la naturaleza!

Referencias

Achampong, L. (2023). The post-2025 Climate Finance Goal: why the next expert dialogue must address the issue of debt - Public consultation response. https://www.eurodad.org/ncqg-joint-cso-2023?utm_campaign=newsletter_24_08_2023&utm_medium=email&utm_source=eurodad

Framework Convention on Climate Change. (2023). Compilation and synthesis of inputs on the seventh technical expert dialogue under the ad hoc work programme on the new collective quantified goal on climate finance. https://unfccc.int/sites/default/files/resource/TED7_Compilation_Synthesis_final.pdf

OECD. (2022). Climate Finance Provided and Mobilised by Developed Countries in 2016-2020: Insights from Disaggregated Analysis. https://www.oecd-ilibrary.org/sites/286dae5d-en/1/2/2/index.html?itemId=/content/publication/286dae5d-en&_csp_=46b868d4f630525e4ccc5f67e501847f&itemIGO=oecd&itemContentType=book

Recourse, Fundeps, Alternative Law Collective y Policy Research Institute for Equitable Development Private Limited. (2022). Mixed messages: IMF loans and the green transition in Argentina and Pakistan. https://re-course.org/old/wp-content/uploads/2022/09/Mixed-messages-IMF-loans-and-the-green-transition-in-Argentina-and-Pakistan-Updatedweb.pdf