La Baraja Solar para entender la crisis energética

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Claro que es necesario cambiar la matriz energética para detener la crisis climática pero ese puede ser un falso remedio, también hay que evitar el abismo energético. 

Baraja solar

Imagine que usted invierte un peso en un negocio y, al cabo de un mes, le dan 100. Es decir, le quedan 99 libres, que le alcanzan no solo para cubrir sus necesidades básicas, sino para actividades creativas, de ocio y disfrute. Después de acostumbrarse a un lujoso estilo de vida, lo que le queda libre de su inversión comienza a bajar abruptamente. Un día nota que solo le retornaron 17 pesos. Y hacia el futuro, la cosa no parece mejorar. Puede que, en unos años, por cada peso invertido le devuelvan apenas cinco. Se preocupa. Solo le quedarían cuatro pesos libres, y de esos tiene que guardar al menos uno para volver a invertir. Tendrá que racionalizar los tres restantes para su subsistencia, al menos garantizar comida y techo.

Algo muy parecido nos ocurre globalmente con la energía. Desde la revolución industrial y especialmente en la segunda mitad del siglo pasado, la Gran Aceleración ha estado apalancada por el uso de combustibles fósiles, en particular el carbón y el petróleo, unos recursos relativamente abundantes y fáciles de extraer y con una gran cantidad de energía acumulada en un volumen muy pequeño: piensen, por ejemplo, en las toneladas que se mueven tan solo con un galón de gasolina. Ellos, que provienen de la fotosíntesis que hicieron plantas hace millones de años, son la Pócima Mágica que nos permitió hazañas apenas permitidas para la imaginación de nuestros ancestros como volar de un continente a otro o circular alimentos por todo el planeta.

Ya extrajimos gran parte de los fósiles más fáciles de sacar, los que necesitan menos esfuerzo y tecnologías. Todavía queda petróleo en el mundo, pero para extraerlo tenemos que recurrir al fracking o ir a buscarlo bajo las profundidades del mar.  Esto quiere decir que tenemos que invertir mucha más energía para obtener cada vez menos. Mientras un pozo de petróleo convencional puede rendir décadas, uno de fracking pierde el 80 % de su producción en apenas tres años. Después de eso, será necesario invertir nueva energía y materiales en un nuevo pozo, y así sucesivamente.

A esta relación se le llama Tasa de Retorno Energético o EROI en inglés. Se ha mostrado que es decreciente para la extracción de carbón y petróleo en todo el mundo y que, por tratarse de una realidad física, seguirá bajando de manera inexorable. El gran problema es que las energías renovables también tienen una tasa de retorno energética más bajita que la de los combustibles fósiles convencionales, como se explica muy bien en este video.

El hidrógeno verde es una promesa energética que impulsa con entusiasmo Duque y que está en los planes de gobierno de la mayoría de candidatos. Esta tecnología usa energía eléctrica renovable para arrancarle a la molécula de agua el hidrógeno. Si la TRE de las renovables ya es bajita, la del hidrógeno lo será mucho más. Puede ser incluso, negativa, es decir, que producirlo gasta más energía de la que podrá generar.

¿Cuántas torres eólicas funcionando durante cuánto tiempo se requerirán para producir el hidrógeno verde necesario para tanquear un carro en Alemania? ¿Cuánta energía se necesitó para fabricar el cemento de cada torre eólica? ¿Cuántos árboles de balsa ecuatoriano para fabricar las astas de los aerogeneradores? ¿Cuánta tierra se necesita para instalarlas? ¿Qué otros usos de esas tierras estamos sacrificando? ¿Qué tipo de Derroche se está intentando preservar y en qué países? En Colombia, se están instalando en territorio wayuu y ya se prevén granjas solares en los páramos. Parece que creer que solo es necesario cambiar de matriz energética es un Falso Remedio.

Son necesarias decisiones políticas y constitucionales para evitar el Abismo energético, el umbral en el que, por escasez de energía no podamos ni siquiera producir nueva

Por supuesto es necesario un cambio de matriz energética para detener la quema de combustibles fósiles, principal causa de la crisis climática. Pero más allá de eso, son necesarias decisiones políticas y constitucionales para evitar el Abismo energético, el umbral en el que, por escasez de energía no podamos ni siquiera producir nueva. Movimientos y organizaciones ambientales promueven un cambio radical en la forma de entender la energía. Por motivos climáticos, pero también por la decreciente energía neta disponible, la energía pasa a ser un bien escaso que tendrá que garantizarse como un derecho humano, y producirse y distribuirse con criterios justos y democráticos.  Es necesario, además, una cultura y una economía basadas en la austeridad energética y construida desde La Creatividad y La Colaboración.

Este, con la climática, es quizás la mayor crisis civilizatoria que enfrentamos. No hemos querido verla de frente, pero se nos presenta a través de las crisis económicas y guerras. ¿Qué responden los candidatos? 

*Las palabras con hipervínculo y en mayúscula hacen parte de la La Baraja Solar, un proyecto de la Fundación Heinrich Böll y el Proyecto NN, que da pistas para comprender esta crisis y construir nuevas historias de la energía

 

Artículo publicado originalmente en las2Orillas.co