Leyes cibernéticas, bitcoins y empoderamiento. Democracia y transformación digital en América Latina
La pandemia de coronavirus ha acelerado la digitalización en todo el mundo. El teletrabajo, las compras en línea y la enseñanza digital ya forman parte de la vida cotidiana. Sin embargo, algunas tareas no pueden trasladarse, sin más, al mundo virtual. Por ejemplo, las labores de enfermería, producción o transporte. Existen también muchos trabajadores informales que tienen en las calles su medio de subsistencia. No cabe duda de que la digitalización trae consigo múltiples beneficios, pero también profundiza la desigualdad social. Notodo el mundo tiene acceso a las nuevas tecnologías, e internet no está al alcance de todos. De acuerdo con la CEPAL, solo el 60% de los hogares en América Latina tiene conexión a internet, y la brecha entre el campo y la ciudad es considerable. A lo anterior hay que sumar la calidad de este acceso: más de dos tercios de las conexiones a internet se realizan exclusivamente a través de teléfonos celulares.
La idea de que internet en sí mismo es un espacio democrático hace tiempo que no tiene nada que ver con la realidad. Unas pocas multinacionales dominan y controlan el espacio virtual a través de sus plataformas como Twitter, TikTok, Instagram, Facebook, etc, y determinan las normas de comunicación y los términos de uso a nivel mundial. Por otro lado, internet ha dado un nuevo impulso a movimientos sociales, medios alternativos de comunicación y activistas de derechos humanos. En esta edición de Perspectivas, les traemos muchos ejemplos alentadores.
Desde hace un tiempo, los gobiernos autoritarios de todo el mundo como los de China, Myanmar o Nicaragua han puesto la digitalización al servicio de sus propios intereses. Los gobiernos democráticos, y entre ellos la UE, empiezan apenas a definir normas para el espacio virtual. El Reglamento General de Protección de Datos de la UE se considera un primer paso en la dirección correcta. Pero la democracia digital está todavía lejos. La era de la digitalización va acompañada de múltiples procesos de transformación en casi todos los ámbitos, y produce cambios en las estructuras económicas, políticas y sociales. Ya es hora, como sociedad, de alcanzar un consenso sobre los objetivos y los valores asociados a este proceso, así como de definir su respectiva normativa.
En este número queremos arrojar una luz sobre cómo la digitalización afecta a diferentes países de América Latina, y cómo se puede garantizar la participación democrática en el mundo virtual.
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Table of contents
2 Prólogo
5 Superar la brecha digital, la justicia social también es una cuestión de conectividad
Carolina Botero y Pilar Sáenz
8 La visibilidad de los invisibles: LGBTI+ y los impactos de la pandemia de Covid-19
Ingrid Hausinger en conversación con Natasha Jiménez
15 Del campo al tenedor: los riesgos de las tecnologías digitales
Joyce Souza
19 El Salvador: ¿lucha por la soberanía monetaria o casino virtual?
Juliana González en conversación con Tatiana Marroquín y Ricardo Castaneda
24 Deudas de la Revolución Digital y gobernanza del ciberespacio
Marco Lara Klahr
27 Nicaragua, «las redes sociales nos pueden salvar la vida»
Ingrid Hausinger en conversación con María Teresa Blandón
32 Los avances digitales de la sociedad civil brasileña en la lucha contra la pandemia
Manoela Vianna
35 Inteligencia artificial y derechos humanos en Latinoamérica
Laura Alonso Alemany y Luciana Benotti
38 México: La comunidad LGBTI+ se lanza a las redes
Miguel Fuentes y Paola Santillán