Vea aquí el libro completo, Majestuoso Atrato. Relatos bioculturales del río: Reflexiones acedémicas y comunitarias de realidades y futuros del Chocó. Publicado con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll, Oficina Bogotá - Colombia.
Por primera vez en Colombia y gracias al duro trabajo de las comunidades, la Corte Constitucional reconoció un Río como sujeto de derechos. Esta sentencia histórica sienta un importante precedente, pues entiende el río como una entidad viviente que sostiene otras formas de vida y cultura. Por lo tanto, protegerlo significa garantizar los derechos de las comunidades.
El Atrato es un espejo que embruja; acercarse a él es tener un encuentro con uno mismo y con el mundo, con lo más simple y lo más profundo.
En las aguas del río Atrato se reflejan algunos de los desafíos más importantes que enfrenta nuestro país, e incluso, y sin temor a resultar pretenciosos, la propia humanidad contemporánea. ¿Qué hacer frente a la demanda sin precedentes de recursos naturales que el territorio contiene? ¿Qué hacer frente a la destrucción ambiental que la extracción ha generado y que está deteriorando el entorno y a nosotros mismos? ¿Cómo trasegar hacia escenarios más equitativos de distribución de beneficios y de bienestar material entre los diferentes grupos sociales? ¿Cómo superar prácticas arraigadas en lo más hondo de la sociedad y del Estado, de exclusión y discriminación frente a grupos racial y étnicamente diferenciados? ¿Cómo superar heridas de guerra y violencia que han lacerado la sociedad en sus valores y principios más esenciales? Las realidades del Atrato enfrentan estos desafíos de manera simultánea, volviéndolo un escenario en suma complejo para cualquier entendimiento.
Sin embargo, el Atrato guarda dentro de sí murmullos, señales y gestos, que traen luces para hallar respuestas. En la simpleza de la cotidianidad de sus pueblos hay sabidurías indecibles: sus procesos incansables de resistencia, la solidaridad y el entendimiento de lo colectivo como principio del tejido comunitario, los medios pacíficos como valor innegociable en las luchas por construir el mundo y gestar cambios, la anteposición de la alegría y celebración de la vida ante las adversidades, la apuesta decidida hacia formas de ser y desarrollarse propias, la comprensión de sí mismos en función y como parte inseparable de un mundo natural y espiritual más amplio y complejo.
La sentencia T-622 de 2016 de la Corte Constitucional surge de este contexto, responde a estos contrastes y plantea soluciones a estos grandes retos. Primero, bajo la innovación jurídica, política y filosófica de entender un río como un ser vivo, como un sujeto de derechos; y segundo, bajo la compleja labor de emprender planes que permitan revertir esta situación de crisis y lograr, no sólo que a un río se le reconozcan derechos, sino que se le garanticen. A él y a sus habitantes. Hoy, de manera especial, el Chocó y el Atrato, en medio de las circunstancias más crudas y los gestos más loables, tienen la oportunidad de consolidarse como un territorio alternativo y un referente para el mundo.
majestuosoatrato.tierradigna.org/