Visita a Vaca Muerta, el proyecto más grande de fracking en Latinoamérica

Entrevista a Carlos Andrés Santiago,  vocero de la Corporación Defensora del Agua, Territorios y Ecosistemas (Cordatec)

En Colombia existe una alta controversia sobre la implementación de los métodos no convencionales de extracción de hidrocarburos, en particular del fracking.

Su nombre en español, fractura hidráulica, describe esta técnica: por medio de la inyección de agua a muy alta presión, se pueden agrietar rocas para extraer el gas o el petróleo de los últimos poros y resquicios del subsuelo.

Desde 2008, Colombia ha adjudicado bloques de yacimientos no convencionales a distintas empresas. La mayoría se encuentra en el Valle del Magdalena Medio. No hay, hasta el momento, ningún proyecto en estado de explotación que permita verificar sus impactos ambientales y sociales.

En Argentina, en cambio, existen proyectos de extracción de no convencionales en un estado avanzado.

Carlos Andrés Santiago, un destacado activista de San Martín, Cesar, y representante de la Corporación defensora del Agua, Territorios y Ecosistemas (Cordatec) tuvo la oportunidad de conocerlos. Visitó hace poco la región de Neuquén en Argentina,en donde pudo conocer de primera mano los efectos ambientales y sociales de esta técnica.

Con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll de Colombia, que forma parte de la Alianza Latinoamericana frente al fracking, participó en la jornada internacional llamada “Megaproyecto Vaca Muerta: el fracking y sus consecuencias”, organizada por el Observatorio Petrolero Sur (OPSur), el Enlace por la Justicia Energética y Socioambiental (EJES), y el Taller Ecologísta, y llevada a cabo durante la segunda semana de junio de 2017. 

Carlos tuvo la oportunidad de visitar los pozos de explotación y de conversar con los habitantes de Neuquén, entre ellos, autoridades mapuches. En esta entrevista, nos comparte algunos de sus relatos.

Natalia Orduz ¿Por qué se eligió Vaca Muerta como proyecto paradigmático para una jornada internacional?

Carlos Santiago: En Argentina vienen ya hace unos cuatro años haciendo la explotación de yacimientos no convencionales.  Estuvimos casi una semana haciendo un recorrido, primero en Buenos Aires en varias actividades, pero sobre todo visitando en la ciudad de Neuquén y sus alrededores, que es la zona en donde se está desarrollando más fuerte el fracking en América Latina.  El proyecto Vaca Muerta es el segundo yacimiento más importante en el mundo después de los que se encuentran en Norteamérica. Tanto por su extensión como por la cantidad de recursos que ahí se encuentran, principalmente gas.

N.O.: ¿Cómo son los pozos de explotación?

C.S.: Recorrimos los alrededores de un municipio que se llama Plottier donde hay pozos de no convencionales ya hoy en explotación. Estos pozos están a 20 metros de las casas. No es adecuado hablar de casas, sino de cambuches, porque vuelve y juega: es una zona de personas muy pobres. Seguramente si encuentran y dicen que van a perforar en un barrio en dónde vive la sociedad estratos 5 y 6 de Neuquén no lo van a permitir…  Llegamos a un lugar en donde había una vía destapada, a la derecha estaba un campo más o menos de 100 por 100 metros de extensión en donde había cuatro o cinco pozos en producción.  Mirábamos al otro lado de la calle y veíamos los cambuches.  La gente tiene que vivir con eso y no porque le hayan preguntado o haya sido su elección. Es muy curioso porque a un lado se ve el desarrollo, el empleo, el progreso. Y al otro, a las comunidades con sus necesidades básicas insatisfechas. Dicen que el fracking nos va a traer desarrollo, pero ¿desarrollo para quién?

N.O. ¿Qué pasa con la contaminación y el manejo de residuos?

C.S. Visitamos una zona donde está ubicada un basurero petrolero qué se llama Comarsa, que es donde tratan los residuos de los pozos de fracking, tanto algunos sólidos como el fluido de retorno. Empezamos a ver los impactos que ha habido allí. Esta zona de basurero está a más o menos a 500 metros de la zona poblada de Neuquén, pero claramente está en la parte más pobre de la ciudad.  La gente, con apoyo de organizaciones sociales, logró que por una orden judicial se obligue el traslado de este y otros basureros a una mayor distancia de los lugares habitados. Los impactos son muy fuertes: cuando llueve se escurren los fluidos, el aire se contamina, se liberan gases y se queman cosas al aire libre.

N.O.: ¿Tuviste la oportunidad de hablar con alguno de los vecinos?

C.S.: Sí, en la jornada conversábamos con la gente. Nos decían: nos tocó. En un recorrido a la ciudad de Allen, una zona que era conocida como la capital mundial de la pera y con un alto desarrollo del sector frutícola, una señora nos comentó que les iba muy bien, hasta que llegó el fracking. Esta actividad contaminó el agua y causó que las frutas dejaran de venderse en la misma cantidad. En ese lugar se veía el pozo petrolero, cercado por una malla y solo a metro y medio, los árboles de pera y de manzana.

Hay unos fuertes cambios en la vocación productiva. Vecinos de Allen nos decían que desde que inició el fracking, el agua que llega por las canillas, como les dicen a la llave, ya no se puede consumir. Ellos tienen que comprar bidones de agua.

En uno de los lugares conversamos con una chica de 14 años más o menos que nos contó que en el colegio el agua llega contaminada por la llave y que había bidones de agua pero sólo para los profesores.  A los niños les tocaba o consumir de la llave o llevar agua. La niña nos decía que ya ha habido casos de niños en donde les está dando cáncer de piel.  Ahí empieza uno ver la otra cara que el gobierno y la industria intentan tapar. Anuncian lo mejor está pasando, pero detrás de eso hay unas implicaciones en contaminación y afectaciones que quienes están sufriendo son las comunidades.

N.O.: ¿Cómo se manejan las afectaciones a la salud?

C.S.: Estuvimos en un municipio cerca Loma Campana que se llaman Añelo que le han puesto el nombre de la capital nacional del fracking. Era un municipio de 5000 habitantes inicialmente. Hoy se estima que tiene más o menos 13.000 y que al 2020 va a contar con más o menos 20.000 habitantes. Ahí está el mayor desarrollo de pozos explotados de no convencionales. Apenas hasta ahora, después de cuatro años de explotación, están construyendo un hospital más o menos decente. Antes siempre habían atendido a la gente en el centro de salud, apenas tres contenedores sin especialistas ni equipos. Luego, durante un recorrido por el pueblo, pasamos por un casino y este sí tenía una infraestructura grandísima, un edificio de cuatro pisos, con una entrada súper lujosa. Vimos también la zona de los prostíbulos, que eran grandes y elegantes.

Hay una cosa que causa mucha curiosidad y es que en el hospital nuevo que están montando va a haber profesionales de ginecobstetricia, pero son los únicos profesionales que va a poner directamente YPF, la petrolera estatal de Argentina, quien en asocio con algunos privados está desarrollando el proyecto de fracking. La pregunta es: ¿por qué ponen solo ginecobstetras?

Hay una investigación muy juiciosa de la escuela de salud pública John Hopkins Bloomerg en Estados Unidos que revisó cerca de 11 mil partos en Pensilvania. El estudio concluyó que hay un 40% más de riesgo de embarazos riesgosos o partos prematuros en mujeres que vivían en cercanía a los pozos de fracking. La investigación no estableció la causa, si era el agua o el aire, pero sí una correlación directa. Esta es una universidad seria, a la que han estado vinculados más de 30 premios Nobel.

N.O. ¿Qué fue lo que más te conmovió durante el recorrido?

C.S.: Personalmente, lo que más me conmovió fue lo que ha generado esta actividad en las luchas y en la organización social. Particularmente, en el pueblo mapuche. Abuelos y abuelas me decían que ese territorio es de ellos. Se apropiaron de una frase del relato de un invitado de los Estados Unidos quien contó que a un indígena le pidieron los papeles de propiedad sobre un territorio a lo que respondió: el documento soy yo.

Muchas comunidades mapuches están siendo desplazadas de su territorio. Los abuelos conservan una cosmovisión indígena y un convencimiento del cuidado del agua y del territorio muy profundo. Tuvimos momentos donde estuvimos en el río e hicimos una ceremonia. Un muchacho muy joven narró que a finales del siglo XIX hubo una campaña, llamada la conquista del desierto, que consistió en un fuerte exterminio de los mapuches en Argentina. En ese río, en donde nos encontrábamos, se habían lanzado miles de mapuches perseguidos por el ejército. Ellos decían que ese es un territorio sagrado.

En los mapas de la Confederación mapuche se puede ver cómo el polígono de Vaca Muerta se superpone con las comunidades mapuches.

N.O. ¿Cómo es la movilización nacional contra el fracking en Argentina?

C.S.: Hay una figura que son las asambleas, a nivel municipal. Son grupos heterogéneo que se organizan. Hay varios escenarios de articulación en que convergen y se intentan agrupar. Desde mi experiencia, quien intenta articular a nivel nacional los distintos espacios es OPsur.  

Hay una división en los sectores de izquierda. Terminó siendo muy contraproducente que el fracking en Argentina iniciara en el gobierno de Cristina Fernández. Ella expropió a Repsol y Argentina se quedó con el 51% de las acciones. Luego hizo el anuncio de que descubrieron lo que salvaría la soberanía energética de Argentina. Ahí se asociaron con Chevron y anunciaron que harían las pruebas para explotación de no convencionales.

En algún momento, sectores de izquierda aplaudieron, pero con el tiempo han visto esto como un error histórico: por apoyar la nacionalización de la empresa, legitimaron el desarrollo de estas técnicas en el país.

N.O. ¿Y cómo se está articulando el movimiento en Argentina con otras expresiones de América Latina?

C.S.:  Este espacio de la jornada ayuda a fortalecer los lazos de resistencia. Lo básico es poder informarnos, el solo hecho de haber estado allá y poder trasmitirle esta información en Colombia hace que las discusiones sean a otro nivel. En mi caso, ya no hablo de la investigación que leí o el video que me vi. Un petrolero ya no puede decirme: el fracking no contamina el agua, porque yo hablé con la gente. Una niña de 15 años me dijo que no puede tomar agua de la llave. Ya no es el mito, ni la posición de los ambientalistas, sino evidencia muy clara de que sí hay afectaciones sociales y ambientales.

En algún momento cuando estaba dándose el plantón en un pozo que estaban perforando en Loma Campana, la gente compartió un asado y eso me recordó cuando en San Martín también hicimos un plantón y no permitimos el ingreso de la compañía por mes y medio. Hacíamos el sancocho, compartíamos alrededor de la comida, el juego de mesa. Así estaba la gente en Argentina, compartiendo el asado. Para ellos era muy impactante escuchar las experiencias de Colombia o de los países de los otros visitantes de Inglaterra, Estados Unidos, México y Bolivia. Sentían que no estaban solos.

Este primer escenario de formarse le cambia a uno definitivamente el chip. 

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Para más información sobre la jornada internacional “Megaproyecto Vaca Muerta: el fracking y sus consecuencias”, realizada del 14 al 18 de junio en Buenos Aires y Neuquén, con la conferencia internacional “Estados Unidos, México, Colombia e Inglaterra frente a la expansión del fracking", se puede ver en este link:

https://www.youtube.com/watch?v=ErfjwT1YNuE&t=9s

Más información sobre el tema se encuentra acá:

https://medium.com/@OPSur/jornadas-internacionales-megaproyecto-vaca-mu…