Cambio climático y democratización - Una relación compleja
Introducción
El conocimiento científico del cambio climático y la responsabilidad humana, las implicaciones económicas que tiene abordar el problema y sus soluciones técnicas, así como los aspectos de la “justicia climática”, particularmente con respecto a las relaciones Norte-Sur (mundo desarrollado-mundo en desarrollo), aparecen sustancialmente en el debate público y los trabajos técnicos, políticos y académicos especializados. También escuchamos sobre el imperativo de que la sociedad, los pobres e incluso el Estado sean “climate proof”. Circulan ampliamente respuestas confiadas ante grandes interrogantes sobre los problemas del cambio climático, por ejemplo, aquella que señala que lo único que requiere la mitigación del cambio climático es un cambio drástico en los estilos de vida y aspiraciones, o la idea que una mejor gobernanza es esencial para responder a las necesidades apremiantes de la adaptación climática en países pobres. Ocasionalmente, también se nos dice que se necesita el “marco político correcto”, lo que generalmente quiere decir, en el ámbito internacional, un mejoramiento del Protocolo de Kioto y, en el ámbito nacional, la mezcla correcta de políticas regulatorias y otras leyes para avanzar hacia un fututo bajo en emisiones de dióxido de carbono.
Una omisión sorprendente es la pregunta, equilibradora, sobre qué significa para la democracia el cambio climático y sus efectos, y qué podría significar la democratización para la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y adaptación climática. Este documento llama la atención a la relación poco explorada entre cambio climático y democratización. Dicha relación queda enmarcada en cuatro preguntas clave de inmensa importancia:
¿El calentamiento global y sus efectos facilitan o dificultan más la transición democrática?
¿La democratización facilita o dificulta más para los países, especialmente en el mundo en desarrollo, comprometerse con la mitigación del cambio climático, en comparación con países con regímenes autoritarios o semiautoritarios?
¿La democratización significa que la adaptación al cambio climático tiene mayores probabilidades de darse, especialmente cuando busca proteger a los grupos sociales más vulnerables?
¿La adaptación al cambio climático y los medios para proteger a las personas de los efectos dañinos de dicho cambio ayudan a los países que busquen democratizarse o se interferirán con la reforma democrática y, más bien, impulsarán otras formas de gobernar?
Las preguntas parecen simples, sin embargo, llegar a respuestas concluyentes y establecer las razones correctas para ello no lo es. Para aproximarnos a algunas respuestas y su base, en primer lugar en necesario sentar la bases desde las cuales partir. Para ello, el primer capítulo (capítulo 1) hace un recuento de dos tendencias paralelas presentes en años recientes: cambio climático y democratización. Enseguida este trabajo explora qué significa el cambio climático para la política en los ámbitos del Estado nacional (capítulo 2), antes de investigar que significa la democratización para el cambio climático (capítulo 3) para luego resumir el rompecabezas que emerge después de explorar las relaciones entre ambas tendencias (capítulo 4). El capítulo 5 cita algunas implicaciones políticas para los actores internacionales, especialmente su esfuerzo para extender la democracia en todo el mundo.
Al inicio del capítulo 6 se encuentra un breve resumen con respuestas a estas cuatro preguntas. Enseguida, en ese mismo capítulo, se plantean temas con respecto a dónde resultaría más benéfico enfocar el pensamiento conjunto de los actores internacionales que buscan promover la democracia, el desarrollo y medidas para responder al cambio climático, y dónde se requiere una mejor comprensión de la política interna de los países si es que hay expectativas de que las negociaciones entre países produzcan un régimen internacional viable y nuevo para el cambio climático. Un colofón (capítulo 7) concluye abogando por un debate más informado y más incluyente mundialmente sobre las políticas nacionales e internacionales que se han formulado para responder al cambio climático.
A lo largo de este documento subyace el supuesto que tanto la democracia como el ambiente sustentable son aspectos que la mayor parte de las personas, sino es que todas, consideran como intrínsecamente deseables, sea que se las considere individualmente, por separado, o conjuntamente. Pero, por supuesto, ello también reconoce que hay mucho desacuerdo entre los países y dentro de los países sobre cómo conseguir la democracia y cómo desarrollar medidas de política vinculantes relativas al clima, especialmente con respecto al papel que deben o deberían desempeñar los actores externos y las instituciones internacionales. Otro supuesto es que los beneficios que trae consigo el mayor progreso económico son muy necesarios en muchos países, especialmente para las comunidades más pobres del planeta, y que -por lo menos hasta ahora- el crecimiento económico y el desarrollo ha sido una fuerza motriz detrás de la emisión de gases de efecto invernadero, aun cuando sigue siendo tema de acaloradas disputas si un sistema de régimen político supera a otro para producir crecimiento y desarrollo.
En The Politics of Climate Change, su libro más reciente, Anthony Giddens sostiene que es en el nivel nacional de los países desarrollados donde tienen que registrarse en primer lugar los avances en las políticas para el cambio climático. Por supuesto que está en lo cierto. Y es que, en efecto, incluso los europeos “que han ido más lejos que cualquier otro actor político para enfrentar el problema” a lo más que han llegado es a establecer “los costos que están dispuestos a cubrir, más que sus emisiones”. No obstante, la gente en el mundo en desarrollo también sabe que incluso las iniciativas más determinadas en el mundo desarrollado no son suficientes. Por ejemplo, El Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica ha señalado que si hemos de evitar los peligros del cambio climático, entonces también tenemos que hacer “cambios sustanciales” en las líneas base de emisiones de dióxido de carbono de las economías emergentes.
De forma que, si ha de haber una solución planetaria a los problemas del calentamiento global y del cambio climático más general, tenemos que entender la capacidad política que tienen las economías emergentes -incluidas las democracias emergentes y China- para actuar con respecto al cambio climático. Iniciativas apropiadas tendrían que ser, por lo menos, tan políticamente desafiantes para estos países como lo son los pasos que ya tenían que haber dado las democracias de la OCDE, pero que en muchos casos encontraron resistencias políticas internas. Por supuesto, esos pasos que tendrían que haber dado los países ricos incluyen no sólo reducciones sustanciales de sus propias emisiones de dióxido de carbono sino el financiamiento de la cuestión más práctica que es la adaptación al cambio climático y sus consecuencias para los países en desarrollo, que no son responsables de la acumulación de gases de efecto invernadero producidos por los seres humanos y que ya están presentes en la atmósfera; particularmente cuando muchos de los países en desarrollo carecen de los recursos necesarios para responder a los efectos ambientales, sociales y económicos adversos.
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Table of contents
Comentarios introductorios
Introducción
1 Democratización y cambio climático: momento de actuar
1.1 Democratización y cambio climático: tendencias y conexiones
1.1.1 Calentamiento global y el mundo en desarrollo
1.1.2 Los riesgos de la democratización
2 Qué significa el cambio climático para la política
2.1 Un cambio climático afecta la política
2.2 La mitigación del cambio climático también tiene consecuencias políticas.
2.2.1 El Marco de los derechos al desarrollo con emisiones responsables de gases de efecto invernadero como un acuerdo político
3 Qué significa la democratización para el cambio climático
3.1 ¿La democracia como condición para la sustentabilidad ambiental?
3.1.1 Índice de desempeño para el cambio climático
3.1.2 Liderazgo político, instituciones y desempeño para el cambio climático
3.2 Las democracias responden a los efectos del cambio climático: adaptación
4 Resumen de los acertijos del cambio climático-democratización
5 Algunas implicaciones de política internacional
6 Respuestas a algunas preguntas importantes, quedan muchas más por responder
7 Coda
Referencias
Notas