Corregimiento Samaria, Filadelfia, Caldas; el corregimiento antiguamente se llamaba Morrón.
Campesina, acérrima defensora de la igualdad desde lo jurídico; asonando con lo poético, la intervención simbólica, y fungiendo como conciliadora entre cartas de amor y lo panetario (excusando redundancia por el origen etimológico del último).
No sería quien soy de no haberme criado en la montaña, ese balcón que con sus nubes caídas en la mañana me llevaba entre neblinas a un viaje interno en el momento en que afuera no se veía nada. Lo bello se queda corto ante la estimulación del tacto con el impacto de savias dormidas entre tierras y aguas, mientras los paisajes de innita naturaleza na recogen en el sueño de ondas radiales un espejo del pueblo.
Escribo para perder el miedo a denunciar, para juntarme con otras mentes y manos imaginantes, con el n de esbozar otros mundos posibles e ir por ellos. Sin que nos cueste la vida ni nuestra integridad, pues merecemos pensar por nosotras mismas, decidir, pintar y diseñar una existencia donde la palabra cuente como la experiencia del caminar, donde sea digno en ella y para ella trabajar.