Soy un bello abril de 1995. Mis padres me llamaron Kelly, un nombre pensado rápidamente en los gustos de ellos y que ahora nombra a una mujer que habita un territorio pluriétnico y cultural, ubicado en la zona cafetera del país: Riosucio, Caldas. Soy una mujer mestiza con linaje indígena y campesino, feminista, defensora del territorio y la vida.
El caminar colectivo y de juntanza me ha llevado a promover una vida más justa con las mujeres, la madre tierra y las comunidades. También soy mamá de un pequeño llamado Lauren. Y sí: podemos ejercer una maternidad feminista, ecológica y deseada. Soy trabajadora social, maestrante en Justicia y Paz de la Universidad de Caldas, y fundadora y activista del Colectivo Ambiental Bakuru. También soy voluntaria de la Red Nacional Jóvenes de Ambiente (nodo Riosucio), promotora de la gestión menstrual sostenible y fan del planeta Tierra.