Por: El Espectador
“No habrá paz sin las mujeres”. Ese fue el grito de miles de ellas, durante la negociación del Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y las Farc-EP. Sin embargo, todavía están esperando que sus voces se tengan en cuenta en la entrada al posconflicto.
Aunque el Acuerdo de Paz se posicionó como un hito mundial a favor de los derechos de las mujeres, dos años después de firmado hay muchos pendientes. Por eso, el Gpaz, una coalición de organizaciones de mujeres diversas (feministas, rurales, académicas y personas LGBT) con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Colombia, se puso a la tarea de analizar no solo los desarrollos del Acuerdo en el papel, sino también de revisar si todo esto se ha empezado a llevar a la práctica.
Esto es lo que encontraron.
Del papel a la práctica
La inclusión del enfoque de género es fundamental en el Acuerdo de Paz, porque eso significa que el documento tiene en cuenta que la guerra afectó de manera distinta a las mujeres. Las organizaciones de mujeres lo celebraron como un triunfo histórico en la búsqueda de sus derechos. Por eso, después de tanto esfuerzo, es muy importante revisar que lo alcanzado se esté implementando y tenga efectos tangibles en la vida diaria de todas. “El Acuerdo de Paz es importante no solo como oportunidad para avanzar hacia la paz, sino para cerrar brechas de género en la sociedad, en general”, dice Claudia Mejía, directora de Sisma Mujer e integrante del Gpaz.
El resultado general es alentador: en la mayoría de las medidas con enfoque de género ya se empezaron a ver resultados.
El semáforo de la implementación del enfoque de género
El informe presentado observa 109 de las medidas de género que quedaron redactadas en los cinco puntos temáticos del Acuerdo (reforma rural integral, participación política, fin del conflicto, solución al problema de las drogas ilícitas y víctimas).
¿Cómo van las mujeres Rurales?
Las mujeres campesinas acceden amenos tierra y de menor calidad. Según datos del Incoder y del Centro Nacional de Memoria Histórica, las mujeres tuvieron acceso a 2.77.986 hectáreas menos que los hombres, durante 1998 y 2012. Por eso la importancia del enfoque de género en este punto del Acuerdo de Paz.
Gpaz destaca el avance en materia de acceso, uso y formalización, y el Fondo Nacional de Tierras por la adopción de 19 medidas afirmativas en favor de las mujeres. Entre las cuales se subraya el reconocimiento de la economía del cuidado en los procesos de acceso y formalización de tierras y la priorización de las mujeres cabeza de familia.
La conclusión de Gpaz en su informe es que solo el 24 % de las medidas de este punto se rajan en su desarrollo normativo, es decir, esas normas quedaron mal elaboradas o son insuficientes para cumplir lo acordado. Lo bueno es que el 76 % cumple satisfactoriamente con todos los requisitos formales a favor de las mujeres.
Pero ya sabemos que una cosa es el papel y otra la realidad. En la implementación, de acuerdo al informe de Gpaz, el 80 % de los casos se encuentra en amarillo. El 12 % delas medidas se encuentra en verde y el 8 % pierde el año.
¿Y la participación política?
Actualmente, de las 258 sillas disponibles en el Congreso, solo 58 mujeres salieron elegidas para ocuparlas. De esta manera urge saber en qué va la implementación del Acuerdo en este punto.
En el desarrollo normativo, el 19,2 % de las medidas tiene un saldo en rojo. En otro 23 % de las medidas se han hecho algunos avances. Y en el 57,6 % de los casos, el resultado del desarrollo normativo fue positivo. Pero cuando revisamos en qué va la implementación, de nuevo el resultado es menos favorable. Solo el 19,23 % delas normas aprueban el examen, el 38,4 % aún no llega al estado ideal, y el 42,3 % no ha mostrado en definitiva una evolución hasta la fecha.
¿Cómo vamos las mujeres en el fin del conflicto?
Gpaz destaca el avance en materia de derechos y garantías plenas para el ejercicio de la oposición política delas mujeres. Particularmente, la inclusión de la equidad de género y la participación de las mujeres de manera “paritaria, alternante y universal”dentro del Estatuto de la Oposición.
Gpaz identificó 20 medidas con enfoque de género en este punto del Acuerdo. Los porcentajes están así: solo el 15 % del desarrollo normativo se encuentra rojo, y un 85 % quedó elaborado satisfactoriamente, es decir, en verde. En el terreno práctico, el 45 % quedó en rojo, el 35 % en amarillo y el 20 % va marchando de manera ideal.
Esto se explica porque aunque existen muchas normas creadas para desarrollar estas medidas de género, en la práctica la seguridad de las mujeres en el fin del conflicto no se está garantizando y las mujeres siguen muriendo por todo lo que significa ser mujer: 79 lideresas sociales han sido asesinadas. Además, hace falta que el Estado analice estos delitos con enfoque de género. (Ver Informe Sisma Mujer).
Las mujeres y la política de drogas ilícitas
Gpaz destaca la participación de las mujeres en el Programa de Sustitución de Cultivos, según la Dirección de Drogas de la Presidencia, en el cual el 47 % de la población vinculada al programa son mujeres y el 29 % de hogares son encabezados por mujeres.
En este punto, hay 12 medidas con enfoque de género en el Acuerdo de Paz. El 75 % de ellas tienen un desarrollo normativo adecuado y las demás no han empezado a diseñarse. Por el lado operativo del asunto, el 83.3 % de las medidas no ha empezado a implementarse o su avance ha sido bastante escaso. Acá todavía hay mucha tela por cortar.
Aunque este es un problema enorme que no podría resolverse en corto tiempo y que depende también de la respuesta mundial frente al fracaso de la guerra contra las drogas, de acuerdo con el análisis de Gpaz los avances que se han dado en esta materia no cuentan con un abordaje adecuado, que piense en los problemas de las mujeres.
Las víctimas: 4.2 millones de mujeres que claman justicia y reparación integral
Entre las 20 medidas con enfoque de género que Gpaz encontró en el apartado de víctimas del Acuerdo, se encuentra la participación equilibrada de hombres y mujeres en distintas organizaciones de la institucionalidad de la transición, como por ejemplo en la Jurisdicción Especial para la Paz. Un país que quiere caminar hacia la paz debe tener organizaciones con paridad de género.
En su componente normativo, el 70 % de las medidas fueron elaboradas satisfactoriamente. El 25 % tiene algunos avances a los que aún les falta recorrido. En la práctica, el 55 % de las medidas se encuentran en amarillo, eso se observa porque se ha realizado pequeños progresos, pero aún no son satisfactorios para garantizar los derechos de las víctimas.
Esa, además, es la tendencia general que encontró Gpaz en su informe. A la mayoría de las medidas les hace falta ponerse en marcha en el terreno operativo. El 55 % de las medidas con enfoque de género en el Acuerdo de Paz tienen múltiples pendientes en su implementación.
Entonces, el Gobierno del presidente Iván Duque tiene el reto de hacer realidad todo lo quedó consignado en el Acuerdo, para garantizar que la prometida paz incluya el enfoque de género. De ahí la importancia de este informe, que sirve como celebración, alerta y hoja de ruta. Sin mujeres no habrá paz.
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